La semana pasada me tocó presenciar la aplicación del cuestionario de tamizaje de problemas en adolescentes que la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado de  Colima, a través de la Comisión Estatal de Salud Mental y Adicciones en coordinación con la Secretaría de Educación y Cultura llevó a cabo en escuelas secundarias, este cuestionario conocido como POSIT busca detectar factores de riesgo psicosociales.

Previo a la aplicación del cuestionario se les envió a los padres de familia y tutores la información sobre el mismo y se les pidió su autorización firmada en caso de estar de acuerdo en que su hijo o hija respondiera tal cuestionario. La gran mayoría autorizó, así que los encuestadores se fueron con sus alforjas llenas de hojas de respuestas debidamente contestadas.

Las preguntas sondeaban, entre otros temas, el uso de drogas y bebidas alcohólicas, la violencia intrafamiliar, aspectos de ansiedad y  depresión que viven los adolescentes. Incluso les cuestionaban sobre cómo se sienten en sus escuelas y algunos aspectos sobre control emocional en situaciones dadas, etcétera. Fueron 81 preguntas que se respondían con “sí” o “no” y cinco preguntas más con respuestas de opción múltiple, pudiendo elegir sus respuestas de entre 4 o 5 opciones.

Las impresiones de hojas de respuestas, a decir verdad, eran de muy mala calidad, muy borrosas y los aplicadores que fueron a la escuela (uno por cada grupo) les fueron leyendo las preguntas en voz alta  a los estudiantes en un ritmo por decirlo así “correteado”, pues seguramente así era la instrucción tratando de buscar respuestas espontáneas. 

Se fueron  los comisionados de aplicar el cuestionario, como dije anteriormente, llenos de hojas de respuestas  porque como se regalan laptops a manos llenas, pero no se equipan las escuelas con computadoras (ni internet)  pues entonces todo tiene que seguirse haciendo a lo rústico, lo que seguramente implicará más tiempo para sistematizar las respuestas y más tiempo en hacer llegar  los apoyos y/o propuestas de seguimiento a los estudiantes que así lo requieran o a las escuelas que presenten muchos adolescentes con este tipo de problemáticas. Se dio un paso, pero un paso no es la carrera, ojalá que se vaya más a fondo y no quede todo este buen intento  en números muertos y porcentajes archivados en viejos escritorios. 

La semana pasada me tocó presenciar la aplicación del cuestionario de tamizaje de problemas en adolescentes que la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado de  Colima, a través de la Comisión Estatal de Salud Mental y Adicciones en coordinación con la Secretaría de Educación y Cultura llevó a cabo en escuelas secundarias, este cuestionario conocido como POSIT busca detectar factores de riesgo psicosociales.

Previo a la aplicación del cuestionario se les envió a los padres de familia y tutores la información sobre el mismo y se les pidió su autorización firmada en caso de estar de acuerdo en que su hijo o hija respondiera tal cuestionario. La gran mayoría autorizó, así que los encuestadores se fueron con sus alforjas llenas de hojas de respuestas debidamente contestadas.

Las preguntas sondeaban, entre otros temas, el uso de drogas y bebidas alcohólicas, la violencia intrafamiliar, aspectos de ansiedad y  depresión que viven los adolescentes. Incluso les cuestionaban sobre cómo se sienten en sus escuelas y algunos aspectos sobre control emocional en situaciones dadas, etcétera. Fueron 81 preguntas que se respondían con “sí” o “no” y cinco preguntas más con respuestas de opción múltiple, pudiendo elegir sus respuestas de entre 4 o 5 opciones.

Las impresiones de hojas de respuestas, a decir verdad, eran de muy mala calidad, muy borrosas y los aplicadores que fueron a la escuela (uno por cada grupo) les fueron leyendo las preguntas en voz alta  a los estudiantes en un ritmo por decirlo así “correteado”, pues seguramente así era la instrucción tratando de buscar respuestas espontáneas. 

Se fueron  los comisionados de aplicar el cuestionario, como dije anteriormente, llenos de hojas de respuestas  porque como se regalan laptops a manos llenas, pero no se equipan las escuelas con computadoras (ni internet)  pues entonces todo tiene que seguirse haciendo a lo rústico, lo que seguramente implicará más tiempo para sistematizar las respuestas y más tiempo en hacer llegar  los apoyos y/o propuestas de seguimiento a los estudiantes que así lo requieran o a las escuelas que presenten muchos adolescentes con este tipo de problemáticas. Se dio un paso, pero un paso no es la carrera, ojalá que se vaya más a fondo y no quede todo este buen intento  en números muertos y porcentajes archivados en viejos escritorios.